Diferencia entre revisiones de «Las Aves y la Navegación»
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Los registros antiguos de las apariciones y desapariciones de las aves dejaron perplejos a los primeros naturalistas, quienes no tenían la certeza de si ellas migraban o hibernaban. Aristóteles entendía que las grullas se movían estacionalmente desde las estepas de Asia Menor (en aquel momento Scythia) a los pantanos del Nilo, pero creía que las golondrinas, alondras y las tórtolas europeas hibernaban. |
Los registros antiguos de las apariciones y desapariciones de las aves dejaron perplejos a los primeros naturalistas, quienes no tenían la certeza de si ellas migraban o hibernaban. Aristóteles entendía que las grullas se movían estacionalmente desde las estepas de Asia Menor (en aquel momento Scythia) a los pantanos del Nilo, pero creía que las golondrinas, alondras y las tórtolas europeas hibernaban. |
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− | Ahora sabemos que por ejemplo, 5 millones de aves de 187 especies dejan Europa y Asia para ir a África. |
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Cabe mencionar que a los ornitólogos les tomó su tiempo aceptar la hipótesis de que las aves usaran el campo magnético de la Tierra para su orientación, y esto llevó una serie de experimentos, desde 1947. Uno de los tantos experimentos exitosos (realizado por Wiltchkos en 1988) fue demostrar que los mirlos, que estaban en jaulas de metal sólido, revertían su orientación cuando se les revertía el campo magnético en las mismas. |
Cabe mencionar que a los ornitólogos les tomó su tiempo aceptar la hipótesis de que las aves usaran el campo magnético de la Tierra para su orientación, y esto llevó una serie de experimentos, desde 1947. Uno de los tantos experimentos exitosos (realizado por Wiltchkos en 1988) fue demostrar que los mirlos, que estaban en jaulas de metal sólido, revertían su orientación cuando se les revertía el campo magnético en las mismas. |
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− | Otra de las experiencias fue realizada por William Keeton en 1971 y 1972, con palomas. Colocándole barras magnéticas a un grupo de palomas, se vio que no lograban orientarse bien en días nublados, mientras que el grupo control (es decir, el que no poseía dichas barras), lo lograban |
+ | Otra de las experiencias fue realizada por William Keeton en 1971 y 1972, con palomas. Colocándole barras magnéticas a un grupo de palomas, se vio que no lograban orientarse bien en días nublados, mientras que el grupo control (es decir, el que no poseía dichas barras), lo lograban. |
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− | Ahora sabemos que muchas especies migratorias navegan gracias a los campos magnéticos de la Tierra, y podemos darle una explicación a cómo logran realizar distancias tan largas anualmente, como por ejemplo sucede desde Norte América con el tordo arrocero, atravesando el ecuador, hasta nuestras pampas en la Argentina, y cómo luego vuelven. Se ha registrado que una hembra de dicha especie, con 9 años de edad, había volado un equivalente de 4,5 veces el perímetro de la Tierra (a la altura del Ecuador), en su viaje anual de 20.000 kilómetros. |
+ | Ahora sabemos que muchas especies migratorias navegan gracias a los campos magnéticos de la Tierra, y podemos darle una explicación a cómo logran realizar distancias tan largas anualmente, como por ejemplo sucede desde Norte América con el tordo arrocero, atravesando el ecuador, hasta nuestras pampas en la Argentina, y cómo luego vuelven. Se ha registrado que una hembra de dicha especie, con 9 años de edad, había volado un equivalente de 4,5 veces el perímetro de la Tierra (a la altura del Ecuador), en su viaje anual de 20.000 kilómetros. |
Esta especie, como otras, utilizan dos sistemas de sensores para encontrar los campos magnéticos basados en fotopigmentos en el ojo. Esta brújula, responde a los ángulos de inclinación de campo magnético del polo o del ecuador, no a una polaridad norte-sur. |
Esta especie, como otras, utilizan dos sistemas de sensores para encontrar los campos magnéticos basados en fotopigmentos en el ojo. Esta brújula, responde a los ángulos de inclinación de campo magnético del polo o del ecuador, no a una polaridad norte-sur. |
Revisión actual - 17:32 20 feb 2018
Los registros antiguos de las apariciones y desapariciones de las aves dejaron perplejos a los primeros naturalistas, quienes no tenían la certeza de si ellas migraban o hibernaban. Aristóteles entendía que las grullas se movían estacionalmente desde las estepas de Asia Menor (en aquel momento Scythia) a los pantanos del Nilo, pero creía que las golondrinas, alondras y las tórtolas europeas hibernaban. Ahora sabemos que, por ejemplo, 5 millones de aves de 187 especies dejan Europa y Asia para ir a África.
¿Por qué migrar, siendo que requiere un gran costo de energía?
Uno de los motivos más importantes es que las aves pueden explotar nuevas oportunidades para alimentarse en otros lugares donde la estación es distinta de la que vienen, logrando vivir a lo largo del año en estaciones climáticamente favorables. Sistemas de orientación La migración requiere una navegación precisa entre los territorios de cría y las de invierno. Es tan precisa que, aún en escalas que van de hemisferio a hemisferio, las aves son capaces de volver a un árbol particular luego de haber pasado su estación favorable en el otro hemisferio. Los sistemas de orientación de las aves incluyen un vasto conjunto de herramientas complementarias e interactivas de brújulas. Entre ellas podemos destacar:
-Puntos de referencia o landmarks
-La posición del sol (durante el día) y de las estrellas (durante la noche)
-La topología de los campos magnéticos de la Tierra
-La puesta del sol y sus bandas de luz polarizada en el anochecer.
De las cuales, hablaremos del tercero, es decir, sobre el geomagnetismo.
Geomagnetismo
Los campos geomagnéticos de la Tierra proveen un mapa en el espacio horizontal, así como la gravedad y las presiones barométricas dan información acerca del espacio vertical. La intensidad y el ángulo de inclinación del campo magnético cambian con la latitud de manera que brinda información fiable sobre la orientación geográfica y la posición.
Cabe mencionar que a los ornitólogos les tomó su tiempo aceptar la hipótesis de que las aves usaran el campo magnético de la Tierra para su orientación, y esto llevó una serie de experimentos, desde 1947. Uno de los tantos experimentos exitosos (realizado por Wiltchkos en 1988) fue demostrar que los mirlos, que estaban en jaulas de metal sólido, revertían su orientación cuando se les revertía el campo magnético en las mismas.
Otra de las experiencias fue realizada por William Keeton en 1971 y 1972, con palomas. Colocándole barras magnéticas a un grupo de palomas, se vio que no lograban orientarse bien en días nublados, mientras que el grupo control (es decir, el que no poseía dichas barras), lo lograban.
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Ahora sabemos que muchas especies migratorias navegan gracias a los campos magnéticos de la Tierra, y podemos darle una explicación a cómo logran realizar distancias tan largas anualmente, como por ejemplo sucede desde Norte América con el tordo arrocero, atravesando el ecuador, hasta nuestras pampas en la Argentina, y cómo luego vuelven. Se ha registrado que una hembra de dicha especie, con 9 años de edad, había volado un equivalente de 4,5 veces el perímetro de la Tierra (a la altura del Ecuador), en su viaje anual de 20.000 kilómetros.
Esta especie, como otras, utilizan dos sistemas de sensores para encontrar los campos magnéticos basados en fotopigmentos en el ojo. Esta brújula, responde a los ángulos de inclinación de campo magnético del polo o del ecuador, no a una polaridad norte-sur.
El otro sistema, es un sistema de ubicación de mapa, basado en receptores de magnetita (óxido de hierro) que poseen en la cabeza (en un nervio oftálmico), el cual es sensible a los cambios de intensidad o de la topografía de los campos magnéticos de la Tierra.
(Bibliografía: Gill, 2007. “Ornithology”)
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